He surcado el placer infinito
otorgado por tus manos.
He volado en nubes de algodón
acunada entre tus brazos.
He llenado lagunas en sequía
con cada beso por ti dado.
He derribado soledades
con cada uno de tus gemidos.
Llenaste el silencio
diciéndome que era tuya.
Y yo, la atea de amor,
la amante inconfesa
guarda pequeños momentos
otorgado por tus manos.
He volado en nubes de algodón
acunada entre tus brazos.
He llenado lagunas en sequía
con cada beso por ti dado.
He derribado soledades
con cada uno de tus gemidos.
Llenaste el silencio
diciéndome que era tuya.
Y yo, la atea de amor,
la amante inconfesa
guarda pequeños momentos